domingo, 31 de marzo de 2013

«Coy»

Términos

   Del neerlandés kooi (cama a bordo).
   
   Un extranjerismo más. Exactamente con las mismas inspiraciones etimológicas que edecán. En este caso se trata de un neerlandismo, pero también de préstamo léxico.
   Los coyes (palabra propia del entorno marítimo) son las camas que se improvisaban antaño en las más austeras embarcaciones. Como bien dice el DRAE:
Trozo de lona o tejido de malla en forma de rectángulo que, colgado de sus cabezas, sirve de cama a bordo.

   Referencias:
  • DRAE: coy.
RGV. 

Versos: alegría

Autoría

 Un elemento propio de nuestro folclore (concretamente del andaluz) es el flamenco, y en él existe un tipo de canto llamado alegría. Relacionada con este tipo de canto está la también llamada alegría, una estrofa de dos versos cuyas características pueden conocerse desde aquí.

   Siendo una estrofa tan sumisa a lo popular, es de muy fácil construcción. Sin ir más lejos:

Menos “tequieros”:
este es un amor de en sí requiebros.



RGV.

Estrofa: alegría

Métrica

   Compuesta por dos versos, que riman siempre y lo hacen en rima asonante (característica propia de los géneros populares).

   Primer verso pentasílabo y segundo decasílabo, con un descanso claro en la quinta sílaba; existe una variante con una sílaba más en cada verso, es decir: primer verso hexasílabo y segundo endecasílabo (no se modifica el lugar del descanso, pero se acentúan la cuarta y la séptima).

   Este tipo de estrofa está estrechamente relacionado con el homónimo cante flamenco.

   Ejemplos de alegría:
Vente conmigo 
a las retamas de los caminos.

¡Qué fea estabas, francesa,
en lo amargo de la adelfa!
Federico García Lorca.


RGV.

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima XVI

Si al mecer las azules campanillas
de tu balcón,
crees que suspirando pasa el viento
murmurador,
sabe que, oculto entre las verdes hojas,
suspiro yo.

Si al resonar confuso a tus espaldas
vago rumor,
crees que por tu nombre te ha llamado
lejana voz,
sabe que, entre las sombras que te cercan
te llamo yo.

Si se turba medroso en la alta noche
tu corazón,
al sentir en tus labios un aliento
abrasador,
sabe que, aunque invisible, al lado tuyo
respiro yo.
Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer

sábado, 30 de marzo de 2013

«Renuencia»

Términos

  Del latín renŭens, -entis (renuente) y esta de renuere (negar).

  Renuencia incluye una sola entrada en el DRAE:
Repugnancia que se muestra a hacer algo.
  El sitio WordReference modifica brevemente la definición:
  Resistencia a hacer una cosa.
  Poco más que añadir de este sustantivo femenino.

  Referencias:
RGV.

«Reluctancia»

Términos

   Del latín reluctari, unión de re (repetición) y luctar (luchar).

  La palabra reluctancia (sustantivo femenino) está terriblemente sujeta a la Física, concretamente a la Electricidad, ámbito en el cual el DRAE la define como:
Resistencia que ofrece un circuito al flujo magnético.
  En realidad me encuentro insatisfecho con esta definición, ya que debería hablar de material tanto como lo hace de circuito.
  Aun así, es la definición restante la que interesa, ya que abstrae el término:
Renuencia.
  Este es el verdadero significado de reluctancia, la sinonimia con renuencia. Sin embargo (las cosas que tiene el lenguaje...), es prácticamente inevitable relacionar la palabra con la reluctancia magnética, esta primera definición que daba el DRAE.

  Referencias:
RGV.

«Trasiego»

Términos

   De trasegar: del latín transicāre, de transīre (pasar).

   Existen tres diferentes corrientes mediante las cuales trasiego completa su significado, pero, en realidad, ambas derivan de sendos significados del verbo transitivo trasegar, como bien dice el DRAE en su única definición para trasiego:
Acción y resultado de trasegar.
   Entonces, ¿qué significados admite trasegar?

   El primero de ellos dice:
Trastornar, revolver.
   El segundo:
Mudar las cosas de un lugar a otro, y en especial un líquido de una vasija a otra.
   Y el tercero, quizá el menos usado de los tres: 
Beber en cantidad vino y licores.
   Por tanto, trasiego puede hacer referencia a un alboroto, a un cambio del lugar de las cosas (suele usarse prácticamente siempre para el vino) o al exceso de bebida de vino o licor. De hecho, en el sitio WordReference han incluido una segunda definición para trasiego:
Ajetreo.

   Referencias:
RGV.

«Edecán»

Términos

   Del francés aide de camp (ayudante de campo).

   ¡Qué tan curiosa etimología la de edecán! Y, aún más curiosamente, la primera definición que nos da el DRAE es, atribuida al entorno de la Milicia, la siguiente:
Ayudante de campo.
   Precisamente, frase de la cual la palabra es oriunda.
   Por otra parte, la segunda acepción del DRAE está relacionada con la ironía y el uso coloquial:
Auxiliar, acompañante, correveidile.
   Una definición escueta pero inequívoca. Aun así, para ampliar el concepto se puede anexar la definición paralela que proporciona WordReference:
Auxiliar, colaborador, especialmente cuando se comporta de modo servil con sus superiores.
   Así pues, edecán es un extranjerismo. En concreto, es un galicismo según su origen, y un préstamo léxico según su forma.

   Nota: existe una acepción más para edecán, que no he añadido por ser propia solamente de algunos países sudamericanos. En resumen, es una particularización del concepto general al escenario de los congresos.

   Referencias: 
RGV.

«Ascético»

Términos

   Del griego ἄσκησιςáskēsis (ejercicio, formación) derivan las palabras ascesis y ascetismo
   Por ramificación, ascético proviene del griego ἀσκητικός, de ἀσκεῖν (ejecutar).

   Ascético es un adjetivo relacionado con la práctica del ascetismo, de forma que el DRAE lo define en su primera acepción como:
Dicho de una persona: Que se dedica particularmente a la práctica y ejercicio de la perfección espiritual.
   Generalizando, la segunda acepción:
Perteneciente o relativo a este ejercicio y práctica.
   Y también la tercera:
Que trata de la vida ascética, ensalzándola o recomendándola. 
 Y, por último, un significado sólo para la forma femenina, ascética, que se relaciona con el ya nombrado ascetismo:
Ascetismo (doctrina de la vida ascética).
   Así pues, ¿qué es el ascetismo? La primera definición de ascético da una primera aproximación al término. El ascetismo es una doctrina filosófica que busca la perfección de lo espiritual a base de la negación de lo material. Por ejemplo, es claramente visible la influencia del ascetismo en la religión cristiana aún en nuestros días, dada la abstinencia del sacerdocio.
   
   De aquí surge más terminología. Sin ir más lejos, el DRAE define asceta como:
Persona que hace vida ascética.
   Añadiendo que es un sustantivo común en cuanto al género (y dando además una información etimológica inesperada, ya que lo relaciona con atleta, que podría dar apertura a un nuevo debate). Y otro sustantivo, en este caso sólo femenino, ascesis, aparece en la siguiente entrada:
Reglas y prácticas encaminadas a la liberación del espíritu y el logro de la virtud.

   Referencias:
RGV.


«Obliterado»

Términos

   Del  latín oblitterāre (olvidar, borrar).
   
   Para el verbo transitivo obliterar (cuyo participio, obviamente, es obliterado) existen dos diferentes acepciones, siendo una propia de la Medicina. Al fin y al cabo, como en tantas palabras sucede, esta segunda acepción surge de una particularización de la primera, cuya definición en el DRAE es:
Anular, tachar, borrar.
   Y la susodicha particularización para el ámbito médico:
Obstruir o cerrar un conducto o cavidad.
   Añadiendo que puede usarse también como pronominal (lo cual no se añadía en la primera definición).

   Referencias:
  • DRAE: obliteración, obliterar.

RGV.

«Andanada»

Términos

   De andana.

   De las cuatro acepciones que el DRAE aporta para el sustantivo femenino andanada, será descartada la tercera, por salirse de la homogeneidad que relaciona y aúna a las otras tres. 
   La primera y la cuarta dicen así:
Descarga cerrada de toda una andana o batería de cualquiera de los dos costados de un buque.
Reprensión, reconvención agria y severa.
    De la primera añade que es también usada en sentido figurado, y, de la cuarta, que es coloquial. Ambas parecen provenir del origen etimológico de la palabra: andana (orden de cosas alineadas). La tercera termina de establecer la relación:
andana (orden de cosas puestas en línea).
   Abstractamente, este último concepto es el que representa al término en sí. Es fácil intuir que en la jerga marítima se particularizó el término, restringiendo su uso solamente a la munición producto de algún costado armado de un navío; y que en el lenguaje coloquial se atribuyó a una serie de reproches (que forman, como reza la definición, una “reprensión”). De hecho, apoyando esta suposición, la primera definición se extiende al sentido figurado, es decir, a todo aquello que suponga un “ataque” y se dé en un orden en forma de andana.

   Referencias:
  • DRAE: andanada, andana.
RGV.

«Personarse»

Términos

   De persona.

   Personarse contempla tres diferentes acepciones para el DRAE, siendo en todas ellas un verbo pronominal. Las dos primeras son:
Presentarse personalmente en una parte.
Dicho de una persona: reunirse con otra para tratar algo.
   En un lugar o con una persona, pero, a fin de cuentas, ambas acepciones hacen referencia a tener presencia física alguien.
    La tercera y última acepción, atribuida al ámbito del Derecho, es:
Comparecer como parte interesada en un juicio o pleito.
     En definitiva, el enfoque del significado general al escenario de los juicios.

    Referencias:

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima XV

Cendal flotante de leve bruma,
rizada cinta de blanca espuma,
rumor sonoro
de arpa de oro,
beso del aura, onda de luz,
eso eres tú.

Tú, sombra aérea que cuantas veces
voy a tocarte, te desvaneces
como la llama, como el sonido,
como la niebla, como un gemido
del lago azul.

En mar sin playas onda sonante,
en el vacío cometa errante,
largo lamento.
del ronco viento,
ansia perpetua de algo mejor,
Eso soy yo.

¡Yo, que a tus ojos, en mi agonía
los ojos vuelvo de noche y día
yo, que incansable como demente
tras una sombra, tras la hija ardiente
de una visión!
Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer

viernes, 29 de marzo de 2013

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima XIV

Te vi un punto, y, flotando ante mis ojos,
la imagen de tus ojos se quedó,
como la mancha oscura, orlada en el fuego,
que flota y ciega si se mira al sol.

Adondequiera que la vista clavo,
torno a ver tus pupilas llamear;
mas no te encuentro a ti; que es tu mirada:
unos ojos, los tuyos, nada más.

De mi alcoba en el ángulo los miro
desasidos fantásticos lucir;
cuando duermo los siento que se ciernen
de par en par abiertos sobre mí.

Yo sé que hay fuegos fatuos que en la noche
llevan al caminante a perecer:
yo me siento arrastrado por tus ojos
pero a dónde me arrastran, no lo sé.
Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer

jueves, 28 de marzo de 2013

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima XIII

Tu pupila es azul, y cuando ríes,
su claridad suave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja.

Tu pupila es azul, y cuando lloras,
las transparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una violeta.

Tu pupila es azul, y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea
me parece, en el cielo de la tarde,
¡una perdida estrella!
Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer

miércoles, 27 de marzo de 2013

«Interpelar»

Términos

   Del latíinterpellāre (pedir, cuestionar).

   Interpelar es un término con dos acepciones relacionadas pero de muy distinto matiz (dejando a un lado el uso del término en el ámbito político). La primera definición proporcionada por el DRAE es la siguiente:
Implorar el auxilio de alguien o recurrir a él solicitando su amparo y protección.
   Así pues, interpela alguien en busca de refugio. A ojos vistas, aparece un deje de inferioridad (digámoslo así), un rol de sumisión del interpelador respecto al interpelado.
   Por el contrario, la segunda definición dice así:
Requerir, compeler o simplemente preguntar a alguien para que dé explicaciones o descargos sobre un hecho cualquiera.
    En esta ocasión, es obvio el tono de superioridad, incluso quizá cierta connotación violenta intrínseca.

   Nota: en ambos significados el verbo es transitivo.
 
   Referencias:
  • DRAE: interpelar, interpelación.
RGV.

«Zapador»

Términos

   De zapa.

   Según el DRAE:
   Militar perteneciente o encuadrado en unidades básicas del arma de ingenieros.
   “El arma de ingenieros”, es decir, el cuerpo de un ejército dedicado a la ingeniería. También llamados “trabajadadores de combate”, los zapadores se encargan de llevar a cabo las construcciones pertinentes para facilitar el avance de las tropas propias o dificultar el de las enemigas.
   El término proviene de la acción de zapar, es decir, llevar a cabo el manejo de una zapa (herramienta de los zapadores pioneros).

   Algunos ejemplos de trabajos propios de un zapador: construcción de puentes y caminos; con el avance de la tecnología, implantación de minas y diseño de vehículos que improvisen puentes para poder atravesar pequeñas fallas o brechas en el terreno; transporte de cabrestantes...

   Referencias:
RGV.

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima XII

Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar, te quejas;
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva,
y verdes son las pupilas
de las hourís del Profeta.

El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera;
entre sus siete colores
brillante el Iris lo ostenta,
las esmeraldas son verdes;
verde el color del que espera,
y las ondas del océano
y el laurel de los poetas.

Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta,
en que el carmín de los pétalos
se ve al través de las perlas.
Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean,
pues no lo creas.
Que parecen sus pupilas
húmedas, verdes e inquietas,
tempranas hojas de almendro
que al soplo del aire tiemblan.

Es tu boca de rubíes
purpúrea granada abierta
que en el estío convida
a apagar la sed con ella,
Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean,
pues no lo creas.
Que parecen, si enojada
tus pupilas centellean,
las olas del mar que rompen
en las cantábricas peñas.

Es tu frente que corona,
crespo el oro en ancha trenza,
nevada cumbre en que el día
su postrera luz refleja.
Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo creas.
Que entre las rubias pestañas,
junto a las sienes semejan
broches de esmeralda y oro
que un blanco armiño sujetan.
Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar te quejas;
quizás, si negros o azules
se tornasen, lo sintieras.
Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer

martes, 26 de marzo de 2013

Nueva actualización

Se ha editado el contenido del artículo Sistema de valoración de reseñas.

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima XI

—Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
—No es a ti, no.

—Mi frente es pálida, mis trenzas de oro:
puedo brindarte dichas sin fin,
yo de ternuras guardo un tesoro.
¿A mí me llamas?
—No, no es a ti.

—Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.
—¡Oh ven, ven tú!

Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer

lunes, 25 de marzo de 2013

«Torques»

Términos

   Del latín torqueo (torcer).

   Ante este término conflictivo, antes de desarrollar la entrada será necesario tener en cuenta la definición del DRAE: 
(femenino) Collar que como insignia o adorno usaban los antiguos.
   En infinidad de lugares, se usa “torque” de forma errónea, o se acompaña “torques” de artículos o determinantes masculinos (el mejor ejemplo lo tenemos en esta entrada del blog).
   Y una vez aclarados género y número de este concepto, explíquese su significado: torques hace referencia a los collares (en ocasiones pulseras, tobilleras, etc.) que en antiguas civilizaciones han sido portados como signo de poder o relación con las divinidades. Se trata de una tira de metal circular no cerrada, generalmente con finalizaciones ornamentadas en los dos extremos. Según la cultura que lo fraguara, el material de origen podía variar normalmente entre oro, bronce (más habitual), cobre y plata (en mucha menor medida).

   Referencias:

RGV.

Acerca de “El cinturón de Deltora”

Tomos originales de la saga
   
   ¿Han oído hablar de la saga de Deltora, de Emily Rodda?
   Denominada “El cinturón de Deltora” (originalmente “Deltora Quest”), narra las historias de un joven llamado Lief, destinado a recuperar las siete gemas (diamante, esmeralda, lapislázuli, topacio, ópalo, rubí y amatista) con las cuales se forjó el cinturón de Deltora, ahora desaparecido. Está formada por siete libros (cada cual trata de una de las gemas) y otro anexo en forma de epílogo.
   Recuerdo leerla en torno a los siete u ocho años. Quizá la primera lectura de literatura fantástica que hice, y probablemente la mecha que sirvió para la posterior explosión de mi gusto por el género (con “El señor de los anillos”, a los diez años).
   Para habituar a la lectura a los niños de dicha edad es una saga estupenda, capaz de sumergir por completo al joven lector en pantanos, bosques o batallas contra gigantes de férrea armadura.


RGV.
   

Reseña: “Pic-Nic”

Ejemplar de Pic-Nic
   “Pic-Nic”, de Fernando Arrabal, es una breve obra de teatro publicada a principios de los años 60'. Escrita en la máxima sencillez posible y con sólo seis personajes (cuatro principales), “Pic-Nic” deja de lado toda complejidad y se centra en el mensaje que pretende transmitir.

“From the new world”, 9ª Sinfonía de Antonín Dvorak

Página autografiada de la obra.


   La Sinfonía n.º 9 en mi menor, “From the new world” o “Desde el nuevo mundo”, fue compuesta por Antonín Dvorak en 1893.
   Ante la propuesta recibida, Dvorak aceptó ser director del conservatorio de Nueva York entre 1892 y 1895, y fue allí donde, sorprendido por la música del Nuevo Continente (música afroamericana y nativa de América), compuso y bautizó la pieza. Por supuesto, esta contiene influencias evidentes de la música popular  estadounidense.

   La obra está dividida en cuatro movimientos:
   · Adagio.  
   · Largo.
   · Molto vivace.
   · Allego con fuoco.

   El último ha quedado, quizá, como más popular de ellos. Se ha usado en películas, anuncios de televisión y videojuegos.
 



RGV.

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima X

Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman
el cielo se deshace en rayos de oro
la tierra se estremece alborozada.

Oigo flotando en olas de armonía
rumor de besos y batir de alas,
mis párpados se cierran...¿Qué sucede?
¿Dime?... ¡Silencio!... ¿Es el amor que pasa?

Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer

domingo, 24 de marzo de 2013

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima IX

Besa el aura que gime blandamente
las leves ondas que jugando riza;
el sol besa a la nube en occidente
y de púrpura y oro la matiza;
la llama en derredor del tronco ardiente
por besar a otra llama se desliza;
y hasta el sauce, inclinándose a su peso,
al río que le besa, vuelve un beso.
Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer

sábado, 23 de marzo de 2013

Malaz: fragmento escalofriante y posible error

    La saga de “Malaz: el libro de los caídos” ya ha sido varias veces mencionada antes. En varios sitios  web comentan que el primero es el libro de menor nivel (de los diez que la componen), en concreto que sus cien primeras páginas son tan densas y tortuosas que se hace difícil esquivarlas y continuar con la saga. ¡Incluso Steven Erikson, el propio autor, lo confiesa!

«Bogar»

Términos

   Etimología: del latín vocāre (llamar).

   Evitando los términos anticuados, y también los propios sólo de América, ya que se desvían de la idea principal de bogar,  el DRAE reza:
Remar (en una embarcación).
   Y lo atribuye al ámbito marítimo. Ahora bien, se debe matizar más que esta exigua definición lo hace.
   Aunque bogar es sinónimo de remar, en muchas ocasiones se usa el primero específicamente para referirse al acto de remar situado uno de frente a la popa, es decir, de espaldas al movimiento que se genera; incluso en ciertos contextos limitan el término a hacerlo con dos remos simultáneamente, uno sobresaliendo de cada lado de la embarcación. Esta precisión la da el propio DRAE, en la siguiente locución verbal:
~ a pareles: bogar dos remos en cada bancada, uno por banda.
   Pero nótese que, como ya se ha demostrado, es completamente correcto atribuir a bogar sinonimia con remar.
   Surge, entre tanta concreción, el término ciar. Ciar puede usarse para todo movimiento de retroceso, o en sentido contrario al habitual. En lo marítimo, ciar se define como bogar hacia atrás, ya sea ciar redondo (los remos de ambos lados bogan hacia atrás al mismo tiempo, generando movimiento recto en sentido contrario al usual) o ciaboga (sólo bogan los remos de uno de los lados, virando así a babor o estribor de forma óptima).

   Referencias:

RGV.
 

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima VIII

Cuando miro el azul horizonte
perderse a lo lejos
a través de una gasa de polvo
dorado e inquieto,
me parece posible arrancarme
del mísero suelo,
y flotar con la niebla dorada
en átomos leves
cual ella deshecho.

Cuando miro de noche en el fondo
obscuro del cielo
las estrellas temblar, como ardientes
pupilas de fuego,
me parece posible a do brillan
subir en un vuelo,
y anegarme en su luz, y con ella
en lumbre encendido
fundirme en un beso.

En el mar de la duda en que bogo
ni aún sé lo que creo:
¡Sin embargo, estas ansias me dicen
que yo llevo algo
divino aquí dentro!
Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer

viernes, 22 de marzo de 2013

«Endecha»

Términos

    Etimología: del latín indicta (anunciada).  

   Principalmente, el término endecha se usa en dos contextos diferentes. Centrándonos en la forma de poesía, el DRAE dice:
Combinación métrica que se emplea repetida en composiciones de asunto luctuoso por lo común, y consta de cuatro versos de seis o siete sílabas, generalmente asonantados.
   Por lo tanto, una endecha puede definirse como una estrofa de cuatro versos de arte menor, y, por su temática, subgénero de la elegía.
   Indagando más en el término, se descubre que el concepto de endecha está englobado en un género mayor, denominado planto: en un planto, subgénero de la elegía también, obviamente, se lamenta la pérdida de un ser querido. Ahora bien, si el planto es oriundo de la lírica popular, recibe el nombre de endecha, dejando el propio término planto para el carácter culto.

   Sin embargo, en el contexto restante donde se usa el término endecha, el DRAE hace referencia a:
Toda canción triste o de lamento.
   Y añade que es más usado en plural. De aquí se llega a las endechas canarias, que son simplemente composiciones poéticas de finales de la Edad Media, como su definición dice de carácter lastimoso. Entre las más famosas endechas canarias se encuentran las “Endechas a la muerte de Guillén Peraza” (mediados del s.XV), que aparecen también como ejemplo célebre de endecha en el concepto anterior.
   A principios de la Edad Moderna surgieron endechas canarias con temáticas diferentes a la muerte, si bien siempre en el ámbito del lamento.
   Algunas de las más representativas endechas de su época originaria se encuentran en el “Libro de Buen Amor”, del arcipreste de Hita; también, por supuesto, las “Coplas a la muerte de su padre”, de Jorge Manrique. Otras endechas a tener en cuenta datan del siglo XX, centradas en su mayoría en la generación del 27, como el laureado poema “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, dedicado por Federico García Lorca a la muerte de su amigo, o la “Elegía a Ramón Sijé”, de Miguel Hernández (en realidad, no atribuible a una endecha como tal, por diferir en la estructura, sino a esta especie de sinécdoque tal que la endecha como estrofa ha terminado engullendo a cualquier canto de carácter funerario o de lamento).


RGV.

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima VII

Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
como el pájaro duerme en la rama
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!

¡Ay! -pensé-, ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «Levántate y anda»!
Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer

jueves, 21 de marzo de 2013

“Una tarde de sol”, por Manolo García

Carátula del álbum
Álbum: Para que no se duerman mis sentidos

Qué pena no ser ave de paso,
ni derrota de carta marina.

Qué dulce ser el trapo blanco henchido al viento
del velero que, alegre, se encabrita.
Qué lento ser ciprés viviendo erguido al cielo,
y saber que todo en este mundo necesita su tiempo.

Qué pena no ser ave de paso,
ni proa que acuchilla siete mares.
O relumbre de zarzillo de bella muchacha
que descalza baila por los parques.

Busco en el ruido de las plazas.
Busco en las calles de ciudades que ya no conozco.
Busco el aroma de mujeres que pasan
a sus cosas, a su lucha, a la tarea que les toca.

Guardo una tarde de sol.
Una tarde de sol, por si hace falta.
Ese es un tesoro que nadie podrá arrebatarme.
Guardo la mirada risueña de alguna muchacha.
Guardo en un bolsillo el color de la piel de una naranja.

Mejor pluma del ala de un perro,
que pasar los días esperando
y ahumar el avispero de la mente,
que se dispersen la desidia con sus sombras.

Qué pena no ser ave de paso,
o arrefice sobre barra de corales.
Al alba, pálida ave de paso,
que flota sobre espumosos mares.
O destello de un pez de hoja de lata,
 flor de agua que reluce y baila en los estanques.

Te busco entre la gente de las plazas.
Te busco en las calles de ciudades que ya no recuerdas.
Te busco en el perfume de mujeres que pasan,
en los silencios que crecen cuando ellas no hablan.

Te guardo una tarde de sol.
Una tarde de sol, por si la quieres.
Ese es un tesoro que nadie podrá arrebatarte.
Te guardo una mirada risueña que nada pretende.
Te guardo en un bolsillo el calor de mi piel, por si vinieses.

   Una nueva interpretación subjetiva de uno de los más grandes, si no el mayor: Manolo García.
  Como en tantas ocasiones, Manolo se lamenta por el hongo de humo que recubre las urbes, por el individualismo social del cual somos presas (sólo para andar entre las calles sucias, casi nunca para establecer nuestra opinión); en general, por lo que estamos provocando.

RGV.

Lista de El Mundo: las cien mejores novelas escritas en español en el s.XX

Enlace a las cien mejores novelas

  La imagen redirecciona al contenido.
  Nota: contenido de wikipedia.

RGV.

Reseña: “La colmena”

Portada de un ejemplar de “La colmena”


   La colmena es, quizá, la obra más representativa del realismo social arraigado en los escritores españoles en la década de los cincuenta. Camilo José Cela, autor, ya había dejado bien marcada su huella en la literatura de posguerra española con La familia de Pascual Duarte, y la comparación entre estas dos novelas es el mejor ejemplo que uno puede ponerse para ver la transición en las tendencias novelísticas españolas desde los años cuarenta a los cincuenta: de reflejar la sociedad desde el punto de vista de un único personaje (generalmente de vida destrozada y deshumanizada por la propia posguerra), se tiende a generar un cómputo que la refleje desde las subjetividades de muchos personajes, como es el caso.

Índice del glosario

Términos

   En la sección «Glosario» podrá acceder a una definición extendida, incluidos definición del DRAE y origen etimológico, de los siguientes conceptos:
   ·Aduja.
   ·Alegría (est.).
   ·Andanada.
   ·Alcaucil.
   ·Aquelarre.
   ·Ascético.
   ·Bailía.
   ·Bogar.
   ·Bohordo.
   ·Bolardo.
   ·Boyante.
   ·Calambur.
   ·Ciar.
   ·Coy.
   ·Edecán.
   ·Encono.
   ·Endecha.
   ·Fanal.
   ·Fruición.
   ·Grávido.
   ·Interpelar.
   ·Isba.
   ·Obliterado.
   ·Ojeriza.
   ·Oprobio.
   ·Pátina.
   ·Personarse.
   ·Postrer.
   ·Quinqué.
   ·Raigambre.
   ·Reluctancia.
   ·Renuencia.
   ·Ronzar.
   ·Samovar.
   ·Sardónico.
   ·Sine díe.
   ·Sine qua non.
   ·Tedeum.
   ·Torques.
   ·Trasiego.
   ·Urdimbre.
   ·Vesania.
   ·Zapador.









 Nota: algunos de los términos se encuentran inherentes en entradas pertenecientes a otros. De igual forma, en muchos casos los términos incluyen poca más información que su definición en el DRAE; son términos con poco que debatir, pero añadidos simplemente por interesantes o desusados.
 Téngase en cuenta, también, que muchas de las palabras aquí mencionadas incluyen en su entrada información sobre otros términos de su familia.

RGV.

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima VI


Como la brisa que la sangre orea
sobre el oscuro campo de batalla,
cargada de perfumes y armonías
en el silencio de la noche vaga;

símbolo del dolor y la ternura,
del bardo inglés en el horrible drama,
la dulce Ofelia, la razón perdida
cogiendo flores y cantando pasa.


Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer

miércoles, 20 de marzo de 2013

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima V

Espíritu sin nombre,
indefinible esencia,
yo vivo con la vida
sin formas de la idea.

Yo nado en el vacío
del sol tiemblo en la hoguera
palpito entre las sombras
y floto con las nieblas.

Yo soy el fleco de oro
de la lejana estrella,
yo soy de la alta luna
la luz tibia y serena.

Yo soy la ardiente nube
que en el ocaso ondea;
yo soy del astro errante
la luminosa estela.

Yo soy nieve en las cumbres,
soy fuego en las arenas,
azul onda en los mares
y espuma en las riberas.

En el laúd soy nota,
perfume en la violeta,
fugas llama en las tumbas
y en las ruinas hiedra.

Yo atrueno en el torrente,
y silbo en la centella
y ciego en el relámpago
y rujo en la tormenta.

Yo río en los alcores
susurro en la alta yerba,
suspiro en la onda pura
y lloro en la hoja seca.

Yo ondulo con los átomos
del humo que se eleva
y al cielo lento sube
en espiral inmensa.

Yo, en los dorados hilos
que los insectos cuelgan
me mezclo entre los árboles
en la ardorosa siesta.

Yo corro tras las ninfas
que en la corriente fresca
del cristalino arroyo
desnudas juguetean.

Yo, en bosque de corales,
que alfombran blancas perlas,
persigo en el océano
las náyades ligeras.

Yo, en las cavernas cóncavas,
do el sol nunca penetra,
mezclándome a los gromos
contemplo sus riquezas.

Yo busco de los siglos
las ya borradas huellas,
y sé de esos imperios
de que ni el nombre queda.

Yo sigo en raudo vértigo
los mundos que voltean,
y mi pupila abarca
la creación entera.

Yo sé de esas regiones
a do rumor no llega,
y donde informes astros
de vida un soplo esperan.

Yo soy sobre el abismo
el puente que atraviesa;
yo soy la ignota escala
que el cielo une a la tierra.

Yo soy el invisible
anillo que sujeta
el mundo de la forma
al mundo de la idea.
Yo soy, en fin, ese espíritu,
desconocida esencia,
perfume misterioso
de que es vaso el poeta.

martes, 19 de marzo de 2013

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima IV

No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira:
Podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;

mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
Y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;

mientras la humanidad siempre avanzando,
no sepa a do camina;
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras sintamos que se alegra el alma
sin que los labios rían;
mientras se llore sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;

mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan;
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;

mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesía!
Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer

lunes, 18 de marzo de 2013

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima III

Sacudimiento extraño
que agita las ideas,
como huracán que empuja
las olas en tropel;

murmullo que en el alma
se eleva y va creciendo
como volcán que sordo
anuncia que va a arder;

deformes siluetas
de seres imposibles;
paisajes que aparecen
como un través de un tul;

colores que fundiéndose
remedan en el aire
los átomos del Iris
que nadan en la luz

ideas sin palabras
palabras sin sentido;
cadencias que no tienen
ni ritmo ni compás;

memorias y deseos
de cosas que no existen;
accesos de alegría
impulsos de llorar;

actividad nerviosa
que no halla en qué emplearse;
sin rienda que lo guíe
caballo volador;

locura que el espíritu
exalta y enardece
embriaguez divina
del genio creador...
¡Tal es la inspiración!

Gigante voz que el caos
ordena en el cerebro,
y entre las sombras hace
la luz aparecer;

brillante rienda de oro
que poderosa enfrena
de la exaltada mente
el volador corcel;

hilo de luz que en haces
lo pensamientos ata;
sol que las nubes rompe
y toca en el cénit;

inteligente mano
que en un collar de perlas
consigue las indóciles
palabras reunir;

armonioso ritmo
que con cadencia y número
las fugitivas notas
encierra en el compás;

cincel que el bloque muerde
la estatua moldeando
y la belleza plástica
añade a la ideal;

atmósfera en que giran
con orden las ideas,
cual átomos que agrupa
recóndita atracción;

raudal en cuyas ondas
su sed la fiebre apaga;
oasis que al espíritu
devuelve con vigor...
¡Tal es nuestra razón!

Con ambas siempre en lucha
y de ambas vencedor,
tan sólo el genio puede
a un yugo atar las dos.
Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer