domingo, 30 de noviembre de 2014

Entrevista a Óscar Carrera

La pasada semana publicábamos un fragmento de la nueva obra de Óscar Carrera, La prisión evanescente. Hoy recogemos una serie de preguntas que Óscar estuvo encantado de responder para nosotros por medio de Dani Vila.


1. Es un placer contar con Óscar Carrera en Frente al baluarte con motivo de la publicación de tu último libro, La prisión evanescente. ¿Qué puedes contarnos del mismo?
Pretendía ser una antología de cuentos que han ido apareciendo a lo largo de los años en diferentes blogs, recitales y publicaciones, con algunos bonus tracks diseminados por aquí y por allá. Al final descarté gran parte del material previo en pos de los inéditos, que ocupan más de dos tercios del libro.

2. ¿Por qué un libro de relatos?
Los chicos de Flaca Producciones me propusieron dos proyectos, uno de literatura y otro de ensayo, que está en camino. El relato fantástico ha sido mi mayor acercamiento a la literatura. No me crié en la novela, aunque he firmado una, sino con Arreola, Merino, Levrero, Borges… Creo, con este último, que su extensión se lleva mal con la transitoriedad de la existencia humana: no sólo la del lector, sino la del escritor se ve seriamente comprometida.

3. ¿Seguiste algún patrón selectivo a la hora de seleccionar estos relatos? ¿Sigues algún modelo para armar este libro?
Ninguno ha sido escrito expresamente para la ocasión (es más, hay un sueño y dos muestras –depuradas- de lo que fue escritura automática). Sin embargo, los seleccioné porque veo semejanzas y paralelismos en casi todos ellos. Los protagonistas se encuentran atrapados en situaciones, en persecuciones o lazos que siempre tienen algo de carcelario. El título de “La prisión evanescente” sugiere que no todas son de piedra y de alambre, también las hay de carne y hueso.

4. Tu estilo narrativo es energético y resulta estimulante en su lectura. Sospecho que esa agilidad técnica proviene de innumerables horas de trabajo. ¿Depuraste el estilo en función del género narrativo del relato?
Existen diversos enfoques estilísticos. Un par de historias se regodean, con una pizca de ironía, en el barroquismo léxico. Otra supone una peculiar aproximación a Dragones y Mazmorras. Una tercera, La quinta estación, contiene un entramado de miradas entre el narrador, el lector y los personajes. Diario de travesía es lo que indica su nombre, un diario, que evoluciona de la primera persona del singular a la tercera del plural en consonancia con el despertar espiritual de su redactor. En uno de los cuentos al lector se le permite mirar al personaje, pero desde lejos, no vaya a asustarlo.

5. Publicaste en este año con T&B Editores Malas hierbas. Historia del rock experimental  y ahora nos llega este libro de relatos. Dicha mescolanza de temática y género denota cierto virtuosismo. ¿En qué género te sientes como pez en el agua?
Ahora mismo te diría que en la fábula, que se diferencia del relato fantástico, a mi ver, en que trata de deshacer una ambigüedad que el otro debiera atesorar.

6. Es inevitable que cuando un autor hispano publica relatos se le pregunte por la figura de Cortázar. ¿Cómo valoras ésta?
Tal vez habría que separar en Cortázar la eterna pulsión de lo fantástico de ciertas ideas recibidas, estéticas y políticas, de su tiempo y lugar. Creo que cuando predomina la primera demuestra ser uno de los mejores cuentistas de la literatura universal; cuando lo hacen las segundas, como sucede en sus novelas, su interés decrece.

7. ¿Estás más cerca de Borges o Vila-Matas?
De Borges, tanto en lo literario como en lo personal. Fue mi señor padre, gran connaisseur de su obra, quien me inculcó su universo. Tuvo la clarividencia de reescribir La biblioteca de Babel conmutando “la Biblioteca” por “la Red” en los comienzos de Internet. Las predicciones resultantes se han ido cumpliendo con el paso de los años.

8. Los andaluces soléis estar tocados por una varita de creatividad popular importante. ¿Ayuda o resta ese barroquismo genético?
Sin duda ayuda, aunque además de la influencia telúrica me considero hijo de una generación que hizo de Jerez de la Frontera la meca universal del surrealismo castizo. El acto metafórico, las pintadas poéticas, los disfraces cutres, todo ello estaba a la orden del día. Pero ya pasó. He visto las mejores mentes de mi generación destruidas por un teléfono móvil.

9. ¿Estás satisfecho con el resultado final del libro? ¿Qué lector tipo crees que podría acercarse a él?
Estoy muy satisfecho con la edición. En cuanto al lector-tipo, cuando me fui a vivir a Sevilla puse carteles por toda la ciudad que decían: “Ermitaño estepario busca dementes, poetas, filósofos o soñadores para compartir piso”. Mis principios no han cambiado.

10. ¿Podrías adelantarnos próximos proyectos?
El verano pasado fui a Galicia en calidad de etnógrafo amateur. Eso y unas cuantas lecturas van dando forma a un volumen sobre folclore religioso. Trabajo también en un pequeño tratado político, un diccionario del diablo y un compendio de fábulas y aforismos.


Autores hodiernos

domingo, 16 de noviembre de 2014

Óscar Carrera, “Otro paseo”

Cuando salió de la caja se encontró en un paisaje plácido y bucólico, que parecería acogedor de no haber sido teñido por alienígenas, o eso fue lo primero que se vino a la cabeza.
Tenía la impresión de que no conocía los colores. No lo entendía bien, era como si fluctuaran y ondularan, como si estuvieran lejos, tras un velo. Un sol gélido alumbraba sobre las cosas unas tonalidades que no guardaban semejanzas con las de su recuerdo. A ratos casi incurrían en gamas conocidas, para de pronto volver a sumirse en otra oleada irisada.
No cabía en sí de asombro, rodeada de pigmentos incomprensibles; acaso, pensó, se debía a su vista, largo tiempo atrofiada dentro de la caja. Empezó a pasear, temerosa de quedarse quieta.
Los objetos parecían deformados. A la vera del estrecho sendero un reloj alto parecía cabizbajo, los árboles se doblaban de forma poco natural, apoyándose los unos en los otros con pesadumbre, los bancos aullaban desde lo profundo de la piedra. Era como si todo estuviera sumido en una honda aflicción, o eso pensó ella. No sentía el más leve viento, ni captaba el menor movimiento, salvo unas sombras en el cielo que sospechó eran pájaros.
Mientras miraba todas estas cosas intentaba traer a su mente las palabras con que solía designarlas. No le salía ninguna. Las tenía en la punta de la lengua, pero nunca terminaba de acordarse. Fue entonces cuando sospechó que había olvidado todos los Nombres. Sabía que todo lo que se le cruzaba, el reloj, los árboles, los montículos, lo había visto antes, bajo otras formas, en otros lugares, pero no recordaba cómo los había llamado. Se sintió como una intrusa ante la idea de que nada de lo que viera sería suyo, o peor aún, que no podría llamar a nadie. Se sintió en el centro de un abismo, un abismo de brumas irisadas, como si el mundo estuviera tras ellas y sólo le llegara distorsionado, inefable, extravagante y abatido. Le sobrevino una tristeza remota, una tristeza de eones.
Y pensó entonces, pensó sin palabras, que no tenía otra cosa que hacer que seguir andando, sin perspectiva de parar o de encontrar un sitio en el que establecerse, caminando para siempre.
Porque aun eso, por supuesto, era mil veces mejor que volver a la caja, todo era mejor que volver a la caja, cualquier cosa, y se iba diciendo esto una y otra vez mientras andaba descalza sobre la hierba húmeda del rocío, entre las lápidas.


Autores hodiernos

miércoles, 8 de octubre de 2014

[RADIO] Programa 16, «Monotemático: novela gótica y de terror»

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 Por fin el programa de Frente al baluarte está de vuelta y junto a él viene un nuevo formato: el monotemático. Ya al final de la temporada anterior, terminada prematuramente, adelantábamos esta estructura de programa hablando sobre la novela negra (que ocupará el próximo programa) y sobre Joaquín Sabina.

 Edgar Allan Poe fue el escritor que sirvió como origen al género, por lo que lo más indicado era comenzar por él. Después lo siguió su mayor discípulo, H. P. Lovecraft. También fue tratado Henry James y su obra cumbre, Otra vuelta de tuerca. 
 Por supuesto, para terminar el monotemático, Bram Stoker y Drácula fueron repasados y analizados, así como sus principales descendientes.

  Después, antes de las novelas laxas, fue estrenada la nueva sección de recomendaciones.


miércoles, 9 de julio de 2014

Manuel Machado, “Verano”

Frutales
cargados.
Dorados
trigales...

Cristales
ahumados.
Quemados
jarales...

Umbría
sequía,
solano...

Paleta
completa:
verano.
Fotografía de Manuel Machado

martes, 8 de julio de 2014

[RADIO] Programa 15, «Lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks»

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 Había pendiente otro programa a solas, sin invitado, ya que nuestro oyente Paco no podía acompañarnos para hablar de los autores que acordamos con él allá por diciembre, finalizando la primera temporada.

 Camilo José Cela fue el escritor tratado en la prosa, tratándolo desde una perspectiva global pero con centro en sus obras La colmena y La familia de Pascual Duarte.
 Y en poesía quedó por fin saldado el maestro Juan Ramón Jiménez.

  La sección de música adelantó rápidamente un programa especial sobre Joaquín Sabina y la tertulia quedó aplazada para el siguiente programa por la gran extensión del tema: la novela negra, con especial intención de que los oyentes, a sabiendas de ello, aporten en las redes sociales y aquí sus preferencias dentro de ese tema.


lunes, 7 de julio de 2014

Arthur Rimbaud, «Hambre»

Si de algo tengo ganas,
sólo de tierra y de piedra es.
Yo siempre almuerzo aire,
rocas, carbones, hierro.

Hambres mías, girad, pastad hambres
la pradera de los sonidos.
Atraed el alegre veneno 
de las enredaderas.

Comed las piedras rotas,
las viejas piedras de la iglesia;
los guijarros de los viejos diluvios;
Panes sembrados de los grises valles.

El lobo gritaba bajo las hojas,
escupiendo las hermosas plumas
de su festín de aves.
Como él, yo me consumo.

Las ensaladas, las frutas,...
sólo esperan las cosechas.
Pero la araña del seto
no come sino violetas.

Duérmome yo,
hierba yo,
los altares de Salomón.
El caldo corre sobre la herrumbre
y se mezcla con el cedrón.

Por último, oh felicidad, oh razón,
aparté cielo lo azul, que es negro,
y viví, chispa de oro
de la luz natural.
De alegría, adoptaba la más bufonesca y
extraviada expresión posible:

¡Ha sido encontrada! 
¿Qué? La eternidad. 
Es el mar mezclado con el sol.

Eterna alma mía,
observa tu anhelo
pese a la noche sola
y el día en llamas.

Y así tú te desprendes 
de humanos sufragios 
y de anhelos comunes,
vuelas al albur.

—Ya se alejó la esperanza, 
nunca ya más orietur. 
Tan sólo ciencia y paciencia. 
El suplicio es sin albur.

Ha sucumbido el mañana. 
Brasas ardientes de raso, 
es el deber vuestras llamas.

¡Se la volvió a encontrar!
—¿Qué?— La eternidad. 
Es el mar mezclado con el sol.
Fotografía de Manuel Machado

jueves, 3 de julio de 2014

Juan Ramón Jiménez, “Rosas de cada día”

Nacía, gris, la luna, y Beethoven lloraba,
bajo la mano blanca, en el piano de ella...
En la estancia sin luz, ella, mientras tocaba,
morena de la luna, era tres veces bella.

Teníamos los dos desangradas las flores
del corazón, y acaso llorábamos sin vernos...
Cada nota encendía una herida de amores...
-El dulce piano intentaba comprendernos.-

Por el balcón abierto a brumas estrelladas,
venía un viento triste de mundos invisibles...
Ella me preguntaba de cosas ignoradas
y yo le respondía de cosas imposibles...
Fotografía de Juan Ramón Jiménez

sábado, 28 de junio de 2014

José Cadalso, “Letrillas satíricas”

Que un sabio de mal humor
llame locura al amor,
ya lo veo;
pero que no se enloquezca
cuando otro humor prevalezca,
no lo creo.

Que una doncella guardada
esté del mundo apartada,
ya lo veo;
pero que no muera ella
por salir de ser doncella,
no lo creo.

Que un filósofo muy grave
diga que de amor no sabe,
ya lo veo;
pero que no mienta el sabio
con el pecho y con el labio,
no lo creo.

Que una moza admita un viejo
por marido o por cortejo,
ya lo veo;
mas que el viejo en confusiones
no dé por cuernos doblones,
no lo creo.

Que un amante abandonado
diga que está escarmentado,
ya lo veo;
pero que él no se desdiga
si encuentra grata a su amiga,
no lo creo.

Que una vieja ya se asombre
hasta del nombre del hombre
ya lo veo;
pero que ella no quisiera
ser de edad menos severa,
no lo creo.

Que una mujer a su amante
jure ser siempre constante,
ya lo veo;
pero que se pase un día
y ella quiera todavía,
no lo creo.

Que de todas las mujeres
no importen los pareceres,
ya lo veo;
pero de que la que amamos
el parecer no sigamos,
no lo creo.

Que la mujer, cual cristal,
la quiebre un soplo fatal,
ya lo veo;
pero que pueda soldarse
si una vez llega a quebrarse,
no lo creo.

Que al espejo las coquetas
estudien mil morisquetas,
ya lo veo;
pero que sea el cristal
el objeto principal,
no lo creo.

Que bastante he murmurado
en lo que está criticado,
ya lo veo;
pero que mucho no pueda
criticarse en lo que pueda,
no lo creo.

Que la novia moza y linda
al novio viejo se rinda,
ya lo veo;
pero que crea el barbón
que ella rinde el corazón,
no lo creo.
Bosquejo de Cadalso

jueves, 26 de junio de 2014

Luis Alberto de Cuenca, “La flor blanca”

Estaban en silencio el invitado,
la mujer de su amigo y la flor blanca.
Estaban en silencio. Y el espacio
de su amor era blanco y silencioso,
como la flor que lo representaba.
Y aquel silencio era deseo y culpa,
traición amarga, dulce desafío,
y había en él angustia y esperanza,
y era la plenitud, y el desengaño.
Dibujo de Luis Alberto de Cuenca

martes, 24 de junio de 2014

Manuel Machado, “Ocaso”

Era un suspiro lánguido y sonoro
la voz del mar aquella tarde... El día,
no queriendo morir, con garras de oro
de los acantilados se prendía.

Pero su seno el mar alzó potente,
y el sol, al fin, como en soberbio lecho,
hundió en las olas la dorada frente,
en una brasa cárdena deshecho.

Para mi pobre cuerpo dolorido,
para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido,

para mi amarga vida fatigada...
¡el mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar, y no pensar nada...!
Fotografía de Manuel Machado

viernes, 20 de junio de 2014

Federico García Lorca, “Niña ahogada en el pozo”

Las estatuas sufren con los ojos por la oscuridad de
los ataúdes,
pero sufren mucho  más por el agua que no
desemboca.
... que no desemboca.

el pueblo corría por las almenas rompiendo las
cañas de los pescadores.
¡Pronto! ¡Los bordes! ¡Deprisa! Y croaban las estrellas
tiernas.
... que no desemboca.

Tranquila en mi recuerdo, astro, círculo, meta,
lloras por las orillas de un ojo de caballo.
... que no desemboca.

Pero nadie en lo oscuro podrá darte distancias,
sino afilado límite: porvenir de diamante.
... que no desemboca.

Mientras la gente busca silencios de almohada
tú lates para siempre definida en tu anillo.
... que no desemboca.

Eterna en los finales de unas ondas que aceptan
combate de raíces y soledad prevista.
... que no desemboca.

¡Ya vienen por las rampas! ¡Levántate del agua!
¡Cada punto de luz te dará una cadena!
... que no desemboca.

Pero el pozo te alarga manecitas de musgo
insospechada ondina de su casta ignorancia.
... que no desemboca.

No, que no desemboca. Agua fija en un punto,
respirando con todos sus violines sin cuerdas,
en la escala de las heridas y los edificios
deshabitados.
¡Agua que no desemboca!
Bosquejo de Lorca

martes, 17 de junio de 2014

Rubén Darío, “Bouquet”

Un poeta egregio del país de Francia, 
que con versos áureos alabó el amor, 
formó un ramo armónico, lleno de elegancia, 
en su Sinfonía en Blanco Mayor. 

Yo por ti formara, Blanca deliciosa, 
el regalo lírico de un blanco bouquet, 
con la blanca estrella, con la blanca rosa 
que en los bellos parques del azul se ve. 

Hoy que tú celebras tus bodas de nieve 
(tus bodas de virgen con el sueño son), 
todas sus blancuras Primavera llueve 
sobre la blancura de tu corazón. 

Cirios, cirios blancos, blancos, blancos lirios, 
cuello de los cisnes, margarita en flor, 
galas de la espuma, ceras de los cirios 
y estrellas celestes tienen tu color. 

Yo, al enviarte versos, de mi vida arranco 
la flor que te ofrezco, blanco serafín. 
¡Mira cómo mancha tu corpiño blanco 
la más roja rosa que hay en tu jardín!
Bosquejo de Rubén Darío

lunes, 2 de junio de 2014

[RADIO] Programa 14, «El Siglo de Oro»

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 Aunque quizá no muchos lo recuerden, el programa 7 quedó perdido para siempre por culpa de una mala interfaz de grabación. Para saldarlo, Jorge Solís regresa a Frente al baluarte RADIO.

 Dado que era inaceptable dejar a Cervantes en tal inconstancia, Jorge propuso volver a charlar sobre él, además ahora sumando los conocimientos de Hermógenes.
 Pero, cambiando la poesía, pareció una gran propuesta seguir con coetáneos del primero, extendiendo la sección al Siglo de Oro. Se habló de Quevedo, Góngora, Lope de Vega y Calderón de la Barca, entre tantos de la época.

  La sección de música la llevó de la mano Jalberto con Frank Sinatra y en la tertulia Hermógenes nos recalca algo de lo que se habló brevemente en el programa pasado: el mundo de los cuentacuentos, con mención especial a Pep Bruno, futuro participante del programa.


lunes, 26 de mayo de 2014

«Turiferario»

Términos

   Del latín turiferarĭus.

  He aquí una palabra con compleja historia. Comenzando por su etimología, que ya de por sí tiene cierta relación con lo que vendrá después. En verdad la descomposición es simple: tus, turis, en latín «incienso»; fero, «llevar»; para terminar con -ario, sufijo para indicar relación.
  Es decir, en sentido literal, “aquel que lleva incienso”. ¿Y a quién lo lleva? Aquí vienen los entresijos que dan a la palabra su historia peculiar.

  El DRAE muestra una única definición:
Encargado de llevar el incensario.
   La cual revela bien poco de lo que nos ocupa, ya que el incensario es simplemente el objeto donde un tiruferario llevaba el incienso. Es más, la RAE pasa por alto una definición en sentido figurado que debería añadir.

  La historia a la que me refiero tiene que ver con la práctica donde el acólito o monaguillo adquiría el rol de tiruferario, es decir, el momento en que el sahumado del incienso quemado perfumaba imágenes u otros objetos religiosos.
  Hasta el s. XVI, esta práctica era perseguida por los altos mandos del clero. Tanto que el término en cuestión se consideraba sinónimo de «idólatra», y la idolatría era entonces fuertemente condenada por los mismos. Pero llegó el momento en que la veleta giró y la Iglesia tuvo a bien acoger la práctica. Sin embargo, lo que no acogió fue el término: tus, turis encontró sustituto eufemístico en incensum, aunque los materiales quemados para tales no eran en verdad en incienso relacionado con ese nuevo término, sino que la palabra quedó como un maquillaje ante algo que había degenerado de su origen (se quemaban materiales menos costosos) pero que al fin y al cabo seguía consistiendo en la misma práctica que la propia Iglesia antes había perseguido y castigado.
  
  El sentido figurado, para terminar, se usa con cierto corte despectivo para denominar a todo seguidor o acérrimo lisonjero de algún estamento mayor. ¿Por qué no lo incluirá el DRAE?
 
   Referencias:
RGV.

sábado, 24 de mayo de 2014

Acerca de Urueña, una aldea dedicada a los libros

Autoría

  En el programa 13 de Frente al baluarte RADIO, Hermógenes habló de su paso casual (¿o causal?) por Urueña. Esta es una pequeñísima aldea de Valladolid dedicada, atención, plenamente a los libros. Resultó que el comentario de Hermógenes era la primera mención de Urueña. que escuchábamos tanto los compañeros del programa como todas las personas con quienes lo he comentado. De acuerdo, la aldea no alcanza los doscientos habitantes, pero ¿cómo puede desconocerse tanto una localidad que ostenta una distinción tan reducida en el mundo?
  Urueña es, desde hace algunos años, la primera población de España declarada Villa del libro.  Y este  es un título que no llega a dos decenas de miembros. Sin embargo jamás había encontrado algún reportaje sobre su particularidad, aunque, curiosamente, pocos días después de grabar el programa encontré en Twitter un artículo similar a este.

  Lo que importa es que Hermógenes dio con Urueña y pudo visitarla y contemplar a decena de librerías cargadas de ejemplares únicos (así lo dice su carta de presentación) y la dedicación que se respira en cualquier rincón hacia los libros y las actividades literarias.

  Venía a traer las fotografías que él me proporcionó.





 



Y como no hay más que pueda añadir yo sobre Urueña, dejo los enlaces a las páginas oficiales tanto de su ayuntamiento como de su apartado en el turismo de Valladolid:


RGV.

jueves, 22 de mayo de 2014

Gerardo Diego, “Ante las torres de Compostela”

También la piedra, si hay estrellas, vuela. 
Sobre la noche biselada y fría 
creced, mellizos lirios de osadía; 
creced, pujad, torres de Compostela.

Campo de estrellas vuestra frente anhela, 
silenciosas maestras de porfía. 
En mi pecho —ay, amor— mi fantasía 
torres más altas labra. El alma vela.

Y ella —tú— aquí, conmigo, aunque no alcanzas 
con tus dedos mis torres de esperanzas 
como yo estas de piedra con los míos,

contempla entre mis torres las estrellas, 
no estas de otoño, bórralas; aquellas 
de nuestro agosto ardiendo en sueños fríos.

Fotografía de Gerardo Diego

lunes, 19 de mayo de 2014

[RADIO] Programa 13, «Urueña, el pueblo de los libros»

Logo

 Otro programa más de Frente al baluarte radio sin invitados, con la intención de desapilar uno de tantos programas pendientes. Lo dedicamos al oyente Ángel José, que propuso la temática del programa aunque no pudo asistir.

 Para innovar, en la sección de prosa se habla de  Henrik Ibsen, autor de drama.
 Para la poesía se habla de Manuel Machado, especialmente ensalzándolo por encima de su hermano en cuanto a calidad poética.

  La sección de música queda dedicada a Dire Straits, y en la tertulia Hermógenes nos cuenta su paso por  Urueña, una aldea dedicada a los libros.


domingo, 18 de mayo de 2014

Luis Alberto de Cuenca, “El olvido”

La olvidé. Por completo. Para siempre
(o eso creía entonces). Me cruzaba
con ella por la calle y no era ella
quien se paraba ante un escaparate
de ropa deportiva, no era ella
quien compraba el periódico en un quiosco
y se perdía entre la muchedumbre.
Como si hubiera muerto. No era ella.
Su nombre era el de todas las mujeres.
Dibujo de Luis Alberto de Cuenca

jueves, 24 de abril de 2014

“Brothers in Arms”, por Dire Straits

Carátula del álbum
Álbum: Brothers in Arms


Estas montañas cubiertas de niebla
son ahora un hogar para mí.
Pero mi lugar está en las Tierras Bajas*
y lo estará por siempre.
Algún día regresaréis a
vuestros valles y vuestras granjas,
y no anhelaréis de nuevo ser
hermanos de armada.

A través de estos campos de destrucción,
bautismos de fuego,
he sido testigo de vuestro sufrimiento
al desencadenarse el bramido de la batalla.
Y pese a que me hirieron de gravedad,
pese al temor y a la ansiedad,
no me abandonasteis,
mis hermanos de armada.

Hay muchos mundos diferentes.
Muchos soles diferentes.
Y aunque tenemos uno único,
vivimos en mundos dispares.

Ahora el Sol se ha ido al infierno y
la luna medra.
Dejad que me despida de vosotros;
todo hombre tiene que morir.
Pero está escrito en las estrellas
y en cada línea de las palmas de vuestras manos:
no somos más que estúpidos por luchar
contra nuestros hermanos de armada.


* «Tierras Bajas»: denominación afectuosa de la parte meridional de Escocia.





  Me anduvo reteniendo un dilema varias semanas: todas las canciones añadidas hasta ahora promovían el lirismo, la poética que de algún modo u otro contienen las canciones. Es cierto que Mark Knopfler, tanto en Dire Straits como en solitario, no ha brillado en su lirismo. Pero si permití abrir la sección a Bob Dylan, pese a las traducciones y el cambio de enfoque que conllevaría, ¿por qué no extenderlo a Knopfler?
  Sus letras no serán un vergel de literariedad, de acuerdo, pero todas tienen esa esencia que, se me permita la comparación, recuerda tanto a las directrices de Dylan: léase (cáptese, aprehéndase, interprétese) una letra cualquiera de Knopfler. Todas respiran el humo de un cigarro encendido; la conversación frente a frente; el ambiente cargado; la calada expulsada; la mesa de bar. Letras directas. Letras llanas. Composiciones bien separadas de poemas.
  No busco con estas letras que se exalte la lírica de Dire Straits. Pero, demonios, ténganse en cuenta y escúchense esas obras de arte cuanto antes.

RGV.

miércoles, 23 de abril de 2014

[RADIO] Programa 12, «Sucede que se cansan de ser hombres»

Logo

 En el duodécimo programa, Frente al baluarte radio se presenta sin invitados. Pero no para emitir un Coram populo, sino para satisfacer un programa varias ediciones pendiente.

  Jalberto quería hablar en prosa de  John Steinbeck.
  En poesía ya había quedado varios programas pendientes Blas de Otero.

  Se combinó la sección de música con la tertulia para hablar de la poética y el lirismo en la música española actual.



viernes, 18 de abril de 2014

Inicio de “Fahrenheit 451”



  Ray Bradbury escribió Fahrenheit 451, que pronto llegó a asentarse como rey del género denominado “ficción científica”, con el fin último de criticar la censura de la época y la quema de libros nazi de 1933. Y lo hizo mediante la alegoría de un futuro donde el empleo diario de los bomberos es quemar libros, habiendo el gobierno de turno prohibido la lectura de tales (por incitar al pensamiento).
  Sin intención aún de completar una reseña de la obra, directamente dejo paso al comienzo de la misma. Una obra de arte, un comienzo apoteósico (valga la antítesis), un entramado de palabras perfecto que decidí traer en el momento ideal: cuando se me pidió un fragmento cualquiera de literatura.

  Constituía un placer especial ver las cosas consumidas, ver los objetos ennegrecidos y cambiados. Con la punta de bronce del soplete en sus puños, con aquella gigantesca serpiente escupiendo su petróleo venenoso sobre el mundo, la sangre le latía en la cabeza y sus manos eran las de un fantástico director tocando todas las sinfonías del fuego y de las llamas para destruir los guiñapos y ruinas de la Historia. Con su casco simbólico en que aparecía grabado el número 451 bien  plantado sobre su impasible cabeza y sus ojos convertidos en una llama anaranjada ante el pensamiento de lo que iba a ocurrir, encendió el deflagrador y la casa quedó rodeada por un fuego devorador que inflamó el cielo del atardecer con colores rojos, amarillos y negros. El hombre avanzó entre un enjambre de luciérnagas. Quería, por encima de todo, como en el antiguo juego, empujar a un malvavisco hacia la hoguera, en tanto que los libros, semejantes a palomas aleteantes, morían en el porche y el jardín de la casa; en tanto que los libros se levaban convertidos en torbellinos incandescentes y eran aventados por un aire que el incendio ennegrecía.
  Montag mostró la fiera sonrisa que hubiera mostrado cualquier hombre burlado y rechazado por las llamas.

RGV.

martes, 8 de abril de 2014

“Blowin’ in the wind”, por Bob Dylan

Carátula del álbum
Álbum: The Freewheelin’ Bob Dylan


¿Cuántos caminos tiene que recorrer un hombre
antes de que le llaméis “hombre”?
Sí, y ¿cuántos mares tiene
 que surcar una paloma blanca
antes de dormir en la arena?
Sí, y ¿cuántas veces
tienen que volar las balas de cañón
antes de que las prohíban para siempre?
La respuesta, amigo,
está soplando en el viento.
La respuesta está soplando en el viento.

¿Cuántas veces tiene
que mirar hacia arriba un hombre
antes de poder ver el cielo?
Sí, ¿cuántos oídos tiene el hombre que
tener para que pueda oír cómo llora la gente?
Sí, ¿cuántas muertes se tomarán
hasta que se descubra
que ya ha muerto demasiada gente?
La respuesta, amigo,
está soplando en el viento.
La respuesta está soplando en el viento.

¿Cuántos años puede existir una montaña
antes de ser bañada por el mar?
Sí, y ¿cuántos años pueden existir algunos
antes de que se les permita la libertad?
Sí, y ¿cuántas veces puede un hombre
girar la cabeza,
fingiendo que simplemente no lo ve?
La respuesta, amigo,
está soplando en el viento.
La respuesta está soplando en el viento.






  Se abrió por fin la veda de Bob Dylan con Hurricane y ahora quién sabe si podrá cerrarse. De momento continúo con una canción de 1963, de su segundo álbum, y que se ha convertido en uno de los clásicos. ¡Habiéndola compuesto con poco más de veinte años!

RGV.

lunes, 24 de marzo de 2014

“Hurricane”, por Bob Dylan

Carátula del álbum
Álbum: Desire


Resuenan disparos de noche en el bar.
Llega Patty Valentine desde el piso superior.
Ve al camarero sobre un charco de sangre,
grita: «¡Dios mío, los han matado a todos!».
Esta es la historia del Huracán,
el hombre a quien las autoridades inculparon
por algo que nunca hizo.
Lo metieron en prisión,
pero podría haber sido
el campeón del mundo.

Tres cuerpos allí tirados ve Patty,
y a otro hombre llamado Bello
rondando misteriosamente.
«No he sido yo», dice,
y levanta las manos.
«Sólo estaba robando la caja,
espero que me creas.
Los vi huir», dice deteniéndose.
«Será mejor que alguno de nosotros llame a la pasma».
De modo que Patty llama a la pasma
y aparecen en escena
con las sirenas rojas refulgiendo
en la cálida noche de Nueva Jersey.

Lejos, mientras tanto,
en otra parte de la ciudad
Rubin Carter y un par de amigos
van conduciendo por allí.
El contendiente favorito
para la corona de los pesos medios
no tenía ni idea de la clase de mierda
que estaba a punto de caerle.
Entonces un poli lo empujó
a la cuneta
como la vez anterior, y la vez anterior a esa.
Así son las cosas en Paterson:
si eres negro, será mejor que no
salgas a la calle
a menos que quieras caldear el ambiente.

Alfred Bello tenía un socio y este tenía
un chivatazo para la pasma.
Él y Arthur Dexter Bradley
sólo habían salido a merodear.
Dijo: «Vi dos tíos huyendo,
parecían pesos medios.
Se metieron en un coche blanco
con matricula de fuera del estado».
Y la srta. Patty Valentine asintió sin más.
El poli dijo: «Un momento, muchachos,
este no está muerto».
Así que lo llevaron al ambulatorio
y aunque el tipo apenas veía
ellos le pidieron que identificase a los culpables.

Las cuatro de la mañana y llevan a Rubin a rastras.
Lo meten en el hospital
y suben escaleras arriba.
El tipo herido le dirige la mirada
de su ojo moribundo.
Dice: «¿Por qué lo traen aquí?
¡Este no es el tío!».
Sí, esta es la historia del Huracán,
el hombre a quien las autoridades inculparon
por algo que nunca hizo.
Lo metieron en prisión,
pero podría haber sido
el campeón del mundo.

Cuatro meses después
los guetos están incendiados;
Rubin en Sudamérica,
luchando por su nombre,
mientras Arthur Dexter Bradley
anda todavía metido en el robo
y la pasma le mete presión,
buscando alguien a quien culpar.
«¿Recuerdas el asesinato del bar?».
«¿Recuerdas que dijiste que viste
el coche huyendo?».
«¿Te crees que puedes
jugar al balón con la Ley?».
«¿Pudo ser el boxeador a quien viste
corriendo aquella noche?».
«No olvides que eres blanco».

Dijo Arthur Dexter Bradley:
«No estoy del todo seguro».
Los policías le dijeron: «a un chaval pobre
como tú le vendría bien una oportunidad.
Te tenemos para el trabajo del motel
y estamos hablando con tu amigo Bello.
¿No querrás volver a la cárcel?
Sé buen chico.
Harás un favor a la sociedad.
El hijoputa es valiente y se encabrita.
Queremos meter su culo en esto.
Queremos meterle este triple asesinato a él.
Él no es “Gentleman” Jim».


Rubin podía dejar fuera de combate
a un tío de un golpe,
pero nunca le gustó hablar de ello.
«Es mi trabajo», decía, «lo hago porque me pagan
y cuando acaba me marcho camino
a un paraíso
donde fluye la corriente con las truchas
y el aire es estupendo
y monto a caballo por el campo».
Pero entonces lo llevaron a prisión,
donde intentaron convertir un hombre
en un ratón.

Todas las cartas de Rubin fueron marcadas
de antemano.
El juicio fue un espectáculo de cerdos.
Nunca tuvo oportunidad.
El juez hizo parecer a los testigos de Rubin
simples borrachos de poca monta.
Para la gente blanca que asistía
era un holgazán revolucionario,
y para los de color era
sólo un negrata pirado.
Nadie dudó de que él había apretado el gatillo.
Y aunque no pudieron presentar la pistola,
el fiscal dijo que era culpable
y todos los blancos del jurado estuvieron de acuerdo.


Rubin Carter fue falsamente acusado.
El crimen fue asesinato “de primer grado”,
¿adivinan quién testificó?
Bello y Bradley, y los dos mintieron con descaro,
y los periódicos siguieron todos
la corriente.
¿Cómo puede la vida de un hombre como ese
estar en la palma de algunos imbéciles?
Al verlo tan evidentemente amañado
no puedo evitar avergonzarme
de vivir en un lugar
donde la justicia es un juego.

Ahora todos los criminales,
con sus trajes y corbatas,
son libres para beber martinis
y ver el amanecer.
Mientras, Rubin se sienta como Buda
en una celda de diez pies.
Un hombre inocente en un infierno.
Esta es la historia del Huracán,
pero no terminará hasta que limpien su nombre
y le devuelvan el tiempo que le han quitado.
Lo metieron en prisión,
pero podría haber sido
el campeón del mundo.



  Nota: ocurrió lo que temía. Hurricane es la canción más difícil de encontrar en Youtube, con diferencia, de todas las que he buscado. Una durísima política de reclamaciones de derechos por parte de la discográfica que los tiene hace imposible la labor. El vídeo que acompañaba a esta letra fue denunciado, igual que lo habían sido la mayoría de los que conocí subidos e igual que lo serán los siguientes. Desgraciadamente tengo que dejar la entrada sin vídeo.

  Llevaba mucho tiempo con sentimientos encontrados acerca de publicar a Dylan. Por un lado están, imponentes, las letras que lo han llevado incluso a ser candidato al Nobel (un despropósito en mi opinión, de todas formas). Pero por otro contienden las fronteras del idioma: qué diferencia tan grande entre la escritura que sabemos nuestra a la foránea.
   Finalmente tenía que romperse la cuerda, que ya era un hilo, y nacer esta entrada. Incluso pasada por manos de un nefasto traductor como pueda serlo quien firma, que no ha querido otra cosa que mantener la esencia estética de los versos por encima de su significado (¿acaso no debe ser ese el trabajo de toda traducción?), la letra muestra la gran poética urbana propia del autor. Las frases justas, ni una más, formando sin embargo un conjunto de gran retórica y con algunos individuos dignos de cualquier poeta de lo cotidiano.
  La canción por la que he querido comenzar es, no temo al decirlo, mi preferida de Bob Dylan. Mi gran tapada. Habla de la historia de Huracán Carter, boxeador negro que fue injustamente inculpado (por movimientos de corte racista) de asesinato y encarcelado, lo que cercenó su carrera pugilística. No debe olvidarse que esta canción sirvió fue abanderada por la campaña de protesta que pidió la inocencia de Carter y que finalmente demostró el racismo que lo había llevado a la cárcel. Una simple canción fue el empujón que sirvió a tanta gente para conseguir justicia.

RGV.

martes, 18 de marzo de 2014

[RADIO] Programa 11, «González era un Ángel menos dos alas»

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 Frente al baluarte radio recibe a una invitada por segunda vez en su undécimo programa. Se trata de Virginia Nistal, que deja su estupenda escritura en el blog Caperucita con botas.

  Virginia propuso en la sección de prosa hablar de  Jorge Luis Borges, que ya llevaba tiempo en el tintero.
  En poesía sorprende la propuesta de uno de los grandes olvidados, Ángel González.

  Jalberto ocupó la sección de música con Vetusta Morla, cuya canción “En el río” abrió el programa.
 En la sección de Hermógenes, la tertulia, se rindió un merecido tributo a los novísimos tras las muertes recientes de Panero y de Ana María Moix.



domingo, 16 de marzo de 2014

Gustavo Adolfo Bécquer, listado de Rimas [EN CONSTRUCCIÓN]

Dibujo de Gustavo Adolfo Bécquer

Rima I.
“Yo sé un himno gigante y extraño...”.

Rima II.
“Saeta que voladora cruza, arrojada al azar,...”.

Rima III.
“... Con ambas siempre en lucha y de ambas vencedor, tan sólo el genio puede a un yugo atar las dos”.

Rima IV.
“No digáis que agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas; pero siempre habrá poesía...”.

Rima V.
“Espíritu sin nombre, indefinible esencia...”.

Rima VI.
“... Cogiendo flores y cantando pasa”.

Rima VII.
“Del salón en el ángulo oscuro, de su dueño tal vez olvidada...”.

Rima VIII.
“Cuando miro el azul horizonte perderse a lo lejos...”.

Rima IX.
“Besa el aura que gime blandamente las leves ondas que jugando riza...”.

Rima X.
“... ¿Dime?... ¡Silencio!... ¿Es el amor que pasa?”.

Rima XI.
“Yo soy ardiente, yo soy morena...”.

Rima XII.
“Porque son, niña, tus ojos verdes como el mar, te quejas...”.

Rima XIII.
“Tu pupila es azul, y cuando ríes...”.

Rima XIV.
“Te vi un punto, y, flotando ante mis ojos, la imagen de tus ojos se quedó...”.

Rima XV.
“Cendal flotante de leve bruma...”.

Rima XVI.
“Si al mecer las azules campanillas de tu balcón...”.

Rima XVII.
“Hoy la tierra y los cielos me sonríen...”.

Rima XVIII.
“... ¡Oh, si las flores duermen, qué dulcísimo sueño!”.

Rima XIX.
“Cuando sobre el pecho inclinas la melancólica frente...”.

Rima XX.
“Sabe, si alguna vez tus labios rojos...”.

Rima XXI.
“—¿Qué es poesía? —dices, mientras clavas en mi pupila tu pupila azul...”.

Rima XXII.
“¿Cómo vive esa rosa que has prendido junto a tu corazón?...”.

Rima XXIII.
“... ¡Yo no sé qué te diera por un beso!”.

Rima XXIV.
“Dos rojas lenguas de fuego...”.

Rima XXV.
“Cuando en la noche te envuelven las alas de tul del sueño ...”.

Rima XXVI.
“... Tú sabes y yo sé que en esta vida, con genio es muy contado el que la escribe, y con oro cualquiera hace poesía.”.

Rima XXVII.
“Despierta, tiemblo al mirarte...”.

Rima XXVIII.
“Cuando entre la sombra oscura perdida una voz murmura turbando su triste calma,...”.

Rima XXIX.
“Sobre la falda tenía el libro abierto...”.

Rima XXX.
“Asomaba a sus ojos una lágrima y a mis labios una frase de perdón...”.


sábado, 8 de marzo de 2014

[RADIO] Fragmento: Rafa Caballero habla a Dani Vila sobre su trabajo

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Rafa Caballero, líder de Hoja de Ruta, habla con Dani Vila.
Fragmento de una conversación grabada en Jerez de la Frontera el día 15 de febrero.



domingo, 2 de marzo de 2014

«Ronzar»

Términos

   De la onomatopeya “ronz” (ruido al masticar).

  Ronzar es un verbo que encontré leyendo recientemente y que me impresionó no haber conocido antes siendo tan cotidiano. Dice el DRAE:
Comer algo quebradizo partiéndolo ruidosamente con los dientes.
   Esa es la definición nuclear. Lo más simpático es su origen onomatopéyico, que al final es lo que da pie al resto de significados:
Mover algo pesado ladeándolo con palancas.
   Y por último:
Dicho de una persona o de una embarcación: Andar despacio y como a golpes.
  Siendo en esta última ocasión, por cierto, un verbo intransitivo.

 
   Referencias:
  • DRAE: ronzar.
RGV.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Comentario a “Doble vida”

Comentarios

  Esta entrada (aparcada dos semanas entre los borradores por accidente) no sería necesaria si la originaria a la que apunta, la entrada de «Doble vida», hubiese sido publicada en su momento.
  Corría noviembre (tal vez diciembre) cuando me interesé por «Diario de un peatón», quizá el trabajo más flojo en conjunto del Sabina “posictus”. Entonces descubrí «Doble vida», e instantáneamente supe que era una de mis tres o cuatro canciones preferidas de Joaquín Sabina y que merecía su entrada lustrosa en el blog. Pero, vaya chasco tan innecesario, al buscar información sobre la canción y la letra llegué a un álbum de Juan Carlos Baglietto, publicado diez años antes que «Diario de un peatón». La desolación fue total. No entendía que aquella letra tan fresca, ingeniosa, sagaz y, en definitiva, poseedora de todos los atributos propios de sus canciones, fuera de aquel cantautor sudamericano cuya original versión parecía compuesta y tocada en fango en comparación con esta.
  Así fue que hasta hace unas semanas estuve de vez en cuando, al escuchar música, recordando la terrible asunción que yo solo me había condenado. Pero me resistía a hacerla definitiva. Tras una tarde de búsqueda (en Internet, por cierto, no es fácil encontrar las premisas reales de este caso) y de consulta a los compañeros sabineros llegué a donde tenía que llegar y supe que Joaquín Sabina le había compuesto esta letra a Baglietto y después este la había adaptado a su folclore y a su languidez musical (¿cómo se le pudo permitir cambiar «el ritmo pegajoso de un bolero» por «el ritmo decadente de un bolero»?). Así que la letra era suya y lo de Baglietto una simple versión.
  En el libro «Con buena letra» Joaquín Sabina usa sus anotaciones manuscritas para dar la rotundidad que a mí me faltó en un principio y que en verdad siempre me rondó la cabeza.



RGV.


lunes, 24 de febrero de 2014

William Butler Yeats, “El vino entra en la boca”

El vino entra en la boca 
y el amor entra en los ojos; 
esto es todo lo que en verdad conocemos 
antes de envejecer y morir. 
Así llevo el vaso a mi boca, 
y te miro, y suspiro.

Fotografía de William Butler Yeats

domingo, 23 de febrero de 2014

Antonio Machado, “Allá, en las tierras altas”

Allá, en las tierras altas, 
por donde traza el Duero  
su curva de ballesta 
en torno a Soria, entre plomizos cerros 
y manchas de raídos encinares, 
mi corazón está vagando, en sueños... 
  ¿No ves, Leonor, los álamos del río 
con sus ramajes yertos? 
Mira el Moncayo azul y blanco; dame 
tu mano y paseemos. 
Por estos campos de la tierra mía, 
bordados de olivares polvorientos, 
voy caminando solo, 
triste, cansado, pensativo y viejo.
Fotografía de Antonio Machado

viernes, 21 de febrero de 2014

César Vallejo, “XXIV”

Al borde de un sepulcro florecido
transcurren dos marías llorando,
llorando a mares.

      El ñandú desplumado del recuerdo
alarga su postrera pluma,
y con ella la mano negativa de Pedro
graba en un domingo de ramos
resonancias de exequias y de piedras.

      Del borde de un sepulcro removido
se alejan dos marías cantando.

      Lunes.
Retrato de César Vallejo

jueves, 20 de febrero de 2014

Carlos Domínguez, “La sexta bala (II)”

Cuando la lluvia extienda la sangre
como regueros de últimos suspiros
y el flujo de tu órgano germinal
soliviante los placeres de la muerte.

O aquel terror que culmina
en la escalera del vertigo
como un tallo vibrante.

Inestable,
libertina de auroras rojas
y barrios con clase.

Tú, desaliñada, enferma
te preguntarás por las balas
de la recamara del óbito.

Recurriendo entre el pánico
del miedo escénico,
a un puñado de “tranquis”
que te lleve bien lejos.


Autores hodiernos